De femicidios cero y ley seca de municiones

En medio del torbellino político argentino después de las PASO 2023, se ha anunciado un ambicioso plan de seguridad por parte del equipo del candidato Massa, en un intento de cambiar la debacle del gobierno en un país acosado por la inseguridad entre otros males creados por ellos mismos. Sin embargo, es necesario realizar un análisis crítico de estas propuestas a la luz de los datos recopilados por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en relación con los métodos empleados en los "femicidios" en el año 2022.

El informe de la Oficina de la Mujer, analizado por Athina Rott en la página mienten.com.ar, revela una preocupante tendencia en cuanto a los métodos empleados en los "femicidios" en Argentina y que exponen claramente la mentira del desarme civil por un lado y muestran la falta de políticas sociales y educativas por otro. Si bien las armas blancas, la fuerza física y las armas de fuego ocupan los primeros lugares en la lista de medios utilizados es importante destacar que en los casos de armas de fuego, el 75% carece de datos de registro, lo que sugiere la ilegalidad de muchas de estas armas. Es decir 3/4 de las herramientas son ilegales.

Con el resto, los imputados corresponden a nueve integrantes de una fuerza de seguridad, de los cuales ocho utilizaron sus armas reglamentarias para cometer los "femicidios" y un solo sujeto activo de la Fuerza lo cometió con su arma particular registrada. Es decir CON LAS ARMAS LEGALES DE USUARIOS INDIVIDUALES CIVILES NO SE REGISTRÓ NINGUN CASO. Esto subraya la necesidad de abordar la prevención de la violencia de género como el control de armas dejando de lado la mentira de que las armas en manos civiles causan problemas. No hay debate, no excusas, lisa y llanamente, culpar a quienes registran sus armas es de canallas, sea cual sea su género.

Expuesto lo anterior, el plan de seguridad anunciado por el equipo de Massa promete una peligrosa aproximación "anticipatoria y preventiva" a la seguridad ciudadana, alejándose del abolicionismo penal asociado a figuras como Zaffaroni tan cuestionado en vistas de los resultados pésimos y mortales que ha generado. Sin embargo, la propuesta se centra en cambios legislativos relacionados con la portación de armas de fuego y la regulación de municiones, así como la creación de un nuevo tipo penal para las balaceras. Una mezcla poco clara que frente a la premisa "anticipatoria y preventiva" y las medidas económicas tomadas por el candidato K, pronostica que van a abrir la temporada de caza en el zoológico ignorando la contundencia de los datos antes mencionados.

Si bien estas medidas tribuneras y llenas de humo buscan un impacto en la supuesta reducción de la violencia armada en general, parecen no abordar de manera efectiva el problema de fondo en los "femicidios" que han centrado las políticas del ANMAC. Los datos muestran que las armas de fuego no llegan al 25% de los mismos y, encima, que las armas en manos de los legítimos usuarios no son un problema. ¿Será por eso que buscan prohibir las municiones siguiendo el manual de desarme para Latinoamérica que busca imponer la Red Argentina para el Desarme?

La "ley seca de municiones" es una medida que busca controlar la venta de balas de todos los calibres aunque, según la gente asesorada por el desarmista y oportunista Casal, se tengan en la mira los pequeños calibres. Los chantas e ignorantes del Frente de Todos, filial acomodaticia del peronismo, explicaron en Infobae que, por ejemplo, "en el interior del país las municiones calibre 22 se compran en ferreterías, cuando son de las más peligrosas y dañinas. Esas balas son las que más daño hacen, porque tienen orificio de entrada, pero no de salida. Ese plomo ‘camina’ dentro del cuerpo y genera un enorme daño en los órganos y suele ser mortal", Lo dijeron sin inmutarse y haciendo alarde de un desconocimiento supremo en el tema regulatorio, balístico, de los calibres usados por los gatilleros y, sobre todo, de dignidad ya que es una mentira tan grande como la opresión que buscan imponer.

Pero Massa no se quedó ahí. Redobló la apuesta diciendo que con esa "ley seca de municiones" no sólo apuntará a controlar más las balas de menor porte, sino también atacar el insumo imprescindible para las balaceras que ocurren, sobre todo, en Rosario. "No puede ser que aparezcan tiroteos de 100, 200 o 500 balazos, como si nada". Habría que recordarle que a su compañero Rossi le afanaron casi 30 mil balas de 9 mm de un arsenal de Rosario entre otras "desapariciones" bajo la gestión kirchnerista.

Aunque se busca erróneamente tener un impacto en la reducción de tiroteos indiscriminados porque los narcos no compran sus municiones con tarjeta de consumo, se pasa por alto el hecho de que la mayoría de las víctimas de "femicidios" son mujeres asesinadas en el ámbito doméstico con mecanismos que solo la educación, la asistencia social bien encarada y la salud global pueden evitar. La creación de un nuevo tipo penal para las balaceras también parece no abordar el problema de raíz. Si bien es importante impedir balaceras con fines homicidas y extorsivos, estas medidas no se centran en la prevención de la violencia de género ni en el apoyo a las víctimas, bandera que vienen enarbolando desde la ANMAC desde que se formó. En resumen, el plan de seguridad del equipo de Massa busca un enfoque "anticipatorio y preventivo," es esencial que se entienda que todo desarme civil, como lo muestran los datos de femicidios, está enfocado a dejar a los ciudadanos a merced del Gobierno de Turno. Esclavos del político que busque dictaminar su futuro y su vida. Pasó en CUBA y en Venezuela. Unión por la Patria y Juntos tienen el mismo manual de cabecera, La Libertad Avanza, no.

Los datos dejaron en claro que la relación entre la violencia armada y la violencia de género sólo sucede en ámbitos en donde la ilegalidad y abandono es moneda corriente. Quizás sea momento de recordar que "Los pueblos esclavos no tienen armas, los libres si" y así las políticas de seguridad puedan ir acompañadas de un cambio cultural y social serio para ser realmente efectivas en la erradicación de los "femicidios" en Argentina ya que los datos demuestran que las armas en manos de legítimos usuarios civiles no son el problema. Mucho menos las municiones.